Otro gol que perdió la Concertación

Fecha: 29/07/11
Fuente:La Tercera
Autor:Juan Antonio Coloma, senador y presidente de la UDI

Resulta paradójico que al día siguiente de que la Concertación dieran un portazo al diálogo con el gobierno, el presidente del PS se cuestione en estas páginas si La Moneda tiene o no disposición a alcanzar acuerdos.

A partir de esa lamentable señal, más bien es el Ejecutivo y la Coalición por el Cambio quienes nos preguntamos si la Concertación tiene o no disposición a entablar diálogos en distintas áreas. Si de verdad los partidos concertacionistas están dispuestos a ser parte de la solución y no de los conflictos, pondrán condiciones razonables y susceptibles de acordar. Por el contrario, si están por privilegiar aquello que estiman le propina derrotas al gobierno, probablemente, insistirán en las condiciones que giran alrededor de su agenda, aquella que no pudieron materializar en los 20 años que gobernaron.

La Coalición tiene autoridad política y moral para emplazar a la Concertación en esta materia. Es evidente el contraste entre la actual oposición y la que ejerció la Alianza por Chile cuando materializó varios acuerdos, conforme el país los necesitaba. En los 90 estuvo dispuesta a generar el consenso para impulsar reformas que exigían mayorías con las que no contaba el oficialismo y que permitieron iniciar una transición democrática pacífica. Y en el 2003 fue la UDI la que estuvo dispuesta a colaborar para que el ex Presidente Lagos superara la crisis generada por sucesivos casos de corrupción.

La Concertación tiene una responsabilidad ineludible frente al conflicto estudiantil. Primero, porque no puede borrar su huella durante los 20 años que gobernó, en que a veces lideró -y en otras eludió- cambios en educación. Segundo, porque tiene mayoría parlamentaria en el Senado y una mayoría relativa en la Cámara de Diputados. Dar vuelta la espalda a los problemas, depositando toda la responsabilidad en el movimiento estudiantil, equivale a renunciar a ese mandato democrático que depositaron en sus manos millones de chilenos.

El gobierno ha hecho esfuerzos por resolver un conflicto que ha ido profundizándose, dada la trascendencia de su causa y lo extendidas de sus demandas. Ha reconocido el valor de los estudiantes y su capacidad de instalar como prioridad los problemas que los aquejan. Ha mantenido abiertas siempre las puertas al diálogo, y ha sido el propio Presidente Piñera quien ha expuesto con franqueza una propuesta que recoge parte significativa de esas demandas.

En un sistema democrático, la oposición cumple el rol de controlar al gobierno, criticar su proyecto político y contrastarlo permanentemente con el suyo. Cumple, asimismo, como lo ha demostrado nuestra historia política reciente, el rol de acceder o incluso impulsar acuerdos, cuando de ellos depende el clima político del país o la ratificación de reformas sustanciales para la ciudadanía. En este punto, la Concertación ha perdido varias oportunidades.

Los ex presidentes Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet son testigos de que jamás nos restamos a concurrir hasta La Moneda cuando alguno de ellos nos convocó. Entendimos siempre que el bien de Chile y el sentido republicano que inspiraba nuestra función política estaban por encima de cualquier otro interés.

Fecha:28/07/11
Artículo: Educación: El otro acuerdo
Autor:Sebastián Rivas

En silencio, los principales think tanks del país están trabajando en conjunto un plan para una completa reforma de la educación superior chilena. Su punto de encuentro es el foro Aequalis, que esta semana expuso sus primeras propuestas. Éstas son las conclusiones iniciales del diálogo.

Miércoles 27. 10:30 de la mañana… Hace momentos, la Concertación notificó a La Moneda que los presidentes de sus partidos no irían a un encuentro con el presidente Sebastián Piñera para debatir sobre un acuerdo para reformar el sistema educacional. El vocero Andrés Chadwick acusa «falta de respeto». La oposición exige que el gobierno reciba primero a los dirigentes estudiantiles. Hay tensión, molestia, recriminaciones cruzadas. Y no hay diálogo.

A la misma hora, en un auditorio universitario de la calle Manuel Montt, el panorama es el opuesto. Se escuchan temas como la movilidad entre carreras universitarias, se propone acortar la duración de los estudios, se pregunta si es relevante discutir sobre el aporte estatal a los alumnos, se habla de hacer más equitativo el acceso a la educación superior. Allí, el diálogo es la tónica.

Si uno sólo escuchara, sin ver los rostros, podría confundirse con alguna de las asambleas que organizan por estos días los estudiantes en las universidades. Pero quienes debaten son expertos de los principales think tanks del país, rectores de universidades tradicionales, privadas y de institutos profesionales y especialistas en educación. Son los miembros del foro Aequalis, una instancia formada en julio del año pasado por la ex ministra de Educación Mónica Jiménez con un propósito: convocar a un diálogo transversal para generar una propuesta consensuada de reforma al sistema de la educación superior en Chile, cuyo esquema actual data de 1981.

Un diálogo que también surge de un consenso: hay que hacer cambios profundos al actual sistema.

Un problema de crecimiento

«Éste es un sistema que tiene treinta años, que ha crecido especialmente fuerte en los últimos diez años y, por lo tanto, algunos de sus instrumentos en el tema de acceso claramente quedaron chicos». El diagnóstico es de Luis Larraín, director ejecutivo de Libertad y Desarrollo, uno de los centros de estudio que participan en Aequalis. Momentos antes, conversaba con Pilar Armanet, ex vocera de Michelle Bachelet y hoy vicerrectora académica de la Universidad de Las Américas.

Jorge Marshall, director de Expansiva, comparte el análisis. «Hay un conjunto de materias que no son de gran costo, donde hay bastante consenso, pero en que también hay intereses que conciliar. Entonces, alguien tiene que lograr instalar una mesa para abordar esos temas».

Esa diversidad se aprecia en el foro. Trece centros de estudio vinculados a todo el espectro político fueron los convocantes de la iniciativa. Entre ellos, LyD, el CEP, Expansiva, el Centro Democracia y Comunidad, ProyectAmérica, el Instituto Igualdad y la Fundación Chile 21, además de representantes de la Sofofa y la CPC.

En total, han participado más de 100 expertos en el tema: académicos como Harald Beyer, José Joaquín Brünner y Patricio Meller; ex rectores, como Jaime Lavados (U. de Chile) y Pedro Pablo Rosso (U. Católica), y los senadores Ignacio Walker, Jaime Quintana y Hernán Larraín.

El esquema de trabajo fue dividir los temas en seis unidades consultoras. Cuatro de ellas están trabajando desde el año pasado: articulación y movilidad, equidad, aseguramiento de la calidad y estructura de títulos y grados. En ellas trabaja un grupo base de seis a siete consultores, más una cifra similar de expertos asociados. Las dos unidades restantes son institucionalidad y financiamiento, que comenzaron a reunirse este año. La jornada del miércoles fue un corolario: presentaron por primera vez sus diagnósticos y las proposiciones en las distintas áreas.

Las ideas fueron muchas y diversas. En total, cerca de cuarenta propuestas. Pero, en síntesis, apuntaron a cuatro puntos clave: modificar el actual sistema de ingreso a la universidad para incluir aspectos como las notas de enseñanza media, asegurar la calidad de los estudios superiores mediante una fuerte supervisión estatal y mecanismos de las propias casas de estudio, aumentar la información disponible para que los estudiantes decidan dónde matricularse, y carreras con menor duración y que permitan una mayor movilidad para los estudiantes.

Estos puntos configurarían un nuevo modelo. Algo similar a lo que pasa en Europa y Estados Unidos: un esquema pensado en el desarrollo de competencias, con menores tiempos de estudio y más incentivos para que las personas sigan estudiando posgrados a lo largo de su vida.

Aunque la idea original es entregar en octubre al gobierno el informe final del foro con el diagnóstico y las propuestas consensuadas, también se está elaborando un documento con los avances hechos hasta el momento para aportar en el debate actual sobre el tema.

Pero el objetivo principal sigue siendo uno: dialogar, pensando más allá de la coyuntura. Así lo resume Gonzalo Vargas, rector de Inacap y uno de los directores de Aequalis: «Siempre la discusión comienza por financiamiento e institucionalidad. Pero la pregunta tiene que ser primero qué educación superior necesita el país».

Fecha: 28/06/11
Fuente: La Nación
Autor: Alvaro Medina J.
Artículo: Diálogo,diálogo,diálogo.

Chile no se puede dar el lujo de no dialogar. Así de simple. La crisis de la educación, herramienta intelectual reconocida por todos como la palanca de desarrollo y movilidad social por excelencia, está en un punto de inflexión.

La escena de este miércoles en la mañana, en que los presidentes de los partidos de la Concertación “plantaron” al Presidente de la República, que los había invitado a conversar sobre la crisis de la educación y las movilizaciones estudiantiles, es una señal preocupante de deterioro de la política en nuestro país.

La negativa al diálogo no tiene un sentido estratégico ni táctico. Responde a una reacción sin horizonte en que se busca crear un efecto mediático de cercanía con demandas estudiantiles que tienen en la agenda más de 20 años. No existe una razón clara que pueda ser entendida por los ciudadanos sobre el rechazo a una conversación, a un intercambio de opiniones. Da la impresión de haber querido darse un “gustito” al restarse a una invitación presidencial.

Chile no se puede dar el lujo de no dialogar. Así de simple. La crisis de la educación, herramienta intelectual reconocida por todos como la palanca de desarrollo y movilidad social por excelencia, está en un punto de inflexión que implica al mismo tiempo la oportunidad histórica de mejorarla (si se plantean soluciones como país) o el riesgo de dejarla en un abismo de desigualdades todavía más profundas y exigua calidad (si los tomadores de decisiones no se plantean con seriedad para dar solución a este problema con dimensión pública).

En este momento histórico es imprescindible que los líderes que copan la agenda de los medios den ejemplo de madurez cívica. Las manifestaciones y protestas están en la calle y han tenido ya su efecto. Han movido conciencias y despertado voluntades. Ese efecto debe llevar al país a conversar, a dialogar. Es un imperativo hacia los jóvenes y hacia el futuro de este país.

Acerca de Ocktopus

Chileno, criado en Venezuela, amante de la buena vida, del buen pasar. Inquieto en los temas que me apasionan, siempre indago, busco e intento conocer nuevas cosas. Emprendedor innato. Siempre intento canalizar mis actividades en aquellas cosas que me atraen, de allí que los espacios en la red se vinculan a el turismo, la gastronomía y mantenerse informado.

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